NAUFRAGE - ALBUM REVIEW

NAUFRAGE - NAUGRAGE (2020, Argentina)

POR Blood Bearded Black Unicorn, Fire Eyed Black Ram.

El trío cordobés compuesto por Iván Marcantonio en guitarra, Adrián Bruno en bajo y Edgardo Medina en batería, hace su aparición existencial en el año 2020 con este, su primer trabajo de Post-rock instrumental, Post-Metal, Shoegaze, cuyo arte de tapa al verlo nos sumerge en el mar y nos hace naufragar a lo largo de sus cuatro tracks.

Comenzamos observando el fondo del océano a través de un vidrio en un acuario y escuchando el  relato de “George” acerca del camino que está llevando el mundo. Un futuro que nos consumirá por la intoxicación de poder, futuro que depende de nosotros. Oímos esto rodeados del líquido que súbitamente nos hace parte de él.

Sumergidos, sentimos como en el exterior y en el mundo terrestre “Solo quedan Vientos y Cenizas”, las cuales caen desde el cielo cubriendo todo con un manto gris. Se torna imposible respirar, las ventiscas son cada vez más fuertes y los que luchan por sobrevivir deben sentir los embates de la naturaleza que se amalgama con la destrucción creada por el hombre, para terminarlo. Poco a poco todo se cubre y de forma desesperada debemos encontrar la manera de quitarnos de encima todo eso que nos cubre, pero que cada vez nos resulta más difícil limpiar. Nos ahogamos en cenizas, en restos de lo que fue vida. Nos ahogamos los ojos que no nos permiten llorar.

Así nos damos cuenta que esa destrucción le dio vida al “El Hombre Mediocre'', quien al despertar en la calma del mundo, logra levantarse y mirar a su alrededor los restos de esa vida que intentó. De esa vida que prevaleció pero que ya no más. Lamentándose por no poder ver el sol que se esgrime sobre la inmensa nube gris que cubre el cielo, como la que deja un volcán tras erupcionar, trata de resistir un día tras otro. Se consume a sí mismo. Se devora.

Devorado, furioso y completamente sometido, ese hombre es dominado por el fuerte poder que ha traído la destrucción. Sin quererlo y sin desearlo se encuentra “Camino a la Servidumbre”. El poderoso aplasta y embiste. El no poderoso termina aceptando para poder conseguir aunque sea una migaja, algo dado pero no conseguido. Porque la servidumbre no se trata de conseguir y lograr, sino de estar a disposición y ser un elemento o herramienta del otro a gusto. La incesante lucha que se presta por resistirse a eso se vuelve épica y devastadora con la fuerza del mar que supo quedar al principio dormido. Vuelve furioso para barrer con todo.

Disfruté mucho escuchar este álbum que dura 20 minutos de poder que te dejan con ganas de otro maremoto. Va de menos a más, en una vertical empinada y me atrevo a declararla una de  las agrupaciones del género prometedoras de este año 2020. El bajo es una contundente fiesta durante todo el álbum, las guitarras post rockeras son la pared necesaria y la batería carga con fuerza todo el mar de sensaciones, embistiendo cada golpe. La provincia de Córdoba tiende a ser una fábrica de buena música y ésta no es la excepción.

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Track favorito: Me cuesta elegir uno, Vientos y Cenizas me gustó mucho, Camino a la Servidumbre es una gran composición para finalizar la obra.

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